Memorial
Bryan Washington
Traducción de Lucía Barahona
Anagrama, 2022


Benson es afroamericano y trabaja en una guardería. Mike es asiático y pasa sus días entre fogones como chef de cocina. Son pareja y viven en Huston. La madre de Mike llega de visita justo un día antes de que él tenga previsto marcharse a Osaka para estar junto a su padre enfermo. Así arranca Memorial, con Mitsuko y Benson, suegra y yerno, que acaban de conocerse y en tan sólo unas horas se ven conviviendo en la gran metrópolis de Texas; y Mike y Eiju, padre e hijo que llevan años a miles de kilómetros sin verse, sin hablarse.
La inestabilidad que aflora a raíz de este viaje nos permite adentrarnos no sólo en el mundo de sus protagonistas como pareja, sino también en el individual, el de sus propios pensamientos y emociones, pues esta separación se manifiesta igualmente en la estructura de la narración. Por un lado, a través de la voz de Benson, conocemos cómo es la relación de la pareja, desde sus inicios hasta su momento actual; y, por otro, en la voz de Mike, percibimos paralelamente su visión de la evolución, o quizá involución, de la historia de amor. Y, con ellos, descubrimos además sus entornos, pasado y presente de familias desestructuradas, vínculos con compañeros de trabajo y otras personas que comienzan a planear como satélites a su alrededor para ahondar en sus historias, pero, sobre todo, para poner a prueba la propia unión de la pareja. Temas como la raza, la sexualidad, la infidelidad, el alcoholismo y la familia se entremezclan sutilmente entre las páginas de esta novela que también se adereza en ciertos instantes con pequeñas dosis de gastronomía oriental. No faltan las miradas, los silencios. Ni los secretos a voces.
Washington consigue hacernos partícipes de la intimidad de una historia contada de manera ágil, fresca y, por encima de todo, cercana y real. Con algunas pinceladas de humor e instantes conmovedores, Memorial se convierte así en una obra que, más allá de su pareja protagonista, se desarrolla de manera coral en torno a maravillosos personajes secundarios, como Omar, Ximena, Kunihiko o Tan, que, con su propio peso dentro del relato, se hacen imprescindibles para formar parte de un todo que en su conexión conquista de manera natural.
J.C. Reina
