El complot en el poder
Di Cesare ha escrito un libro que parece un manual de lucha intelectual.
Di Cesare ha escrito un libro que parece un manual de lucha intelectual.
Curioso, divertido y a la par triste plano detalle de nuestra Transición.
la autora nos guía por un delicioso viaje sobre la forma en la que las diferentes culturas tratan de aprehender y visualizar el paso del tiempo, creando divisiones, muchas veces artificiales, a las que llamamos estaciones.
Coel busca en sí misma los signos de lo que no le gusta y debe cambia y hacer cambiar en la sociedad. Es víctima de unos pero siempre se acaba encontrando como verdugo de otros.
Y no olvida el autor, por supuesto, que “el viaje más bello es la lectura”. Una lectura tranquila y fructífera, abogando por ese elogio de la filosofía y de la lentitud de Nietzsche frente a la prisa y la velocidad.
Información sorprendente, recorrido envidiable, lectura breve y amena.
Del antropocentrismo que da vida a las cosas solo cuando el humano las nombra, las usa, las transforma o destruye, a un diálogo con ellas fruto del reconocimiento de la influencia mutua y la modificación que esas interacciones genera.
Todo en el libro es un destilado imposible de ser resumido. Cada párrafo es un corte de bisturí preciso y necesario.
Me gusta porque el libro es tan bueno, que si hubiera hilado sus capítulos aunque fuera con grapas, tendríamos a nuestra Solnit, a nuestra Vivian Gornick, a nuestra Jenny Odell.
Jenny Odell debuta como escritora con este libro lleno de observaciones, paseos y pensamientos, estudios tecnológicos, ecológicos, utopías y miradas comprensivas al pasado.