Ventisca
Leedla como quien corre aterido por el frío intentando que en algún momento el humo de
una chimenea nos dé un rayo de esperanza al final. Sin aliento.
Leedla como quien corre aterido por el frío intentando que en algún momento el humo de
una chimenea nos dé un rayo de esperanza al final. Sin aliento.
Aunque el pasado de la protagonista esconde una violencia que parece surgir en cualquier momento del día, lo cierto es que el interés del libro no se perdería si no existiera ese elemento dramático crítico.
Barnes realiza un homenaje a aquellas personas que con su forma de ser, su madurez imperfecta pero adulta, nos producen marcas indelebles a los que las conocemos.
Violaine Bérot teje una historia fabulada, una especie de novela negra si nos ceñimos a que toda sus páginas son indagaciones para esclarecer lo ocurrido.
Una especie de novela negra trufada de personajes y clichés que harán las delicias de los amantes del género negro clásico.
Esta traductora de lenguas, observadora e intérprete del comportamiento humano, experimenta el mundo en disonancia,
La historia de un adolescente que crece rodeado de alcohol y violencia, pero también el tierno relato de un chico que se siente diferente y asiste en su particular sensibilidad al despertar del deseo.
Un fresco ambicioso de los tiempos en los que se está construyendo una nueva identidad para poder sobrevivir a los inciertos nuevos tiempos.
Percival Everett vuelve a demostrar que el humor es un arma muy poderosa para denunciar, sobre todo cuando ya las palabras se han quedado cortas, cuando parece que está todo dicho.
Una levedad que es propia de ella y una perspicacia y naturalidad que nos reconcilia con este talento.