Soñó con la chica que robaba un caballo
Sabina Urraca
Lengua de Trapo, 2021


Una mujer de casi cuarenta años recibe un mensaje de texto al que no sabe cómo responder. Tiene insomnio. No sueña pero sí recuerda. Recuerda la canción de Belle and Sebastian, Judy and the dream of horses, recuerda la vergüenza que le daba que esa fuera su canción favorita, su grupo favorito, recuerda a su mejor amiga de la facultad, recuerda sus primeras noches en Madrid, su primer móvil, los números desconocidos, recuerda el 11M, recuerda los trenes.
La editorial Lengua de Trapo lanza su nueva colección, Episodios Nacionales, con el fin de continuar con la tarea que comenzó Galdós y proporcionar unos nuevos en los que se refleje lo que nos ha pasado en los últimos cuarenta años.
Sabina Urraca es la primera escritora en aventurarse en esta tarea de narrar hechos de un pasado todavía muy presente. En esta novela juega con dos temporalidades para narrar desordenadamente dos momentos de la historia de una mujer: su presente, justo antes de la pandemia, y ese año 2004 en el que se acababa de mudar a Madrid para estudiar Periodismo y en el que todo cambió para siempre.
Es una novela de crecimiento, de iniciación sentimental, de amistad torpe y tóxica, de necesidad de pertenecer. Una historia contada hacia atrás, desde un presente 15 años después, aunque no mucho más estable emocionalmente
«El 11 de marzo de 2004, a mitad de aquel curso, ambas habían recibido la noticia de las bombas con el horror confuso y distante de quien lleva poco más de un año en una ciudad que le asusta. Aquella no era su gente. Aquella no era su gente porque su gente no era ninguna. Ni siquiera ellas mismas eran su gente.»
Me resulta curioso leer sobre cosas que todas y todos recordamos y que sean relatadas como hechos históricos, como momentos que marcaron un antes y un después y que han definido la manera en la que vivimos. Supongo que significa que me estoy haciendo mayor y que he vivido cosas con las que ya tengo la distancia suficiente para poder ver las consecuencias. Y supongo que no soy la única a la que le pasa esto y que en parte este es el porqué de la colección de Episodios Nacionales. Porque sentimos la historia muy cerca y necesitamos que de alguna manera se aleje, se haga menos real, menos presente. Que se haga ficción con ella.
Violeta Rodríguez
