Rasguño

Rasguño
Rebeca Watson
Traducción del inglés de Elia Maqueda
Barrett, 2023

Me gustan más los edificios de Sainz de Oiza que los de Calatrava. Esa apuesta total por la forma me aburre cuando estoy dentro, me produce alienación. Al final, como cuando los toros entran a la inmensidad del ruedo, todos buscamos las tablas para sentirnos seguros.

En eso pensaba cuando empecé Rasguño. Una apuesta por la forma que me hacía pensar en literatura sin humanidad. Pero lo cierto es que aunque la apuesta es muy radical, merece la pena. Una mujer, desde que se levanta hasta que se acuesta, todo un día de: qué hace, qué dice, qué ve, qué lee, mezclado en líneas argumentales paralelas con la conversación interna que muchos días todos llevamos dentro.

El efecto, la primera reacción al encontrar una cierta proyección de uno mismo en la lectura, es la de hacer un curso de meditación para aprender a vivir en el aquí y ahora.

Aunque el pasado de la protagonista esconde una violencia que parece surgir en cualquier momento del día, lo cierto es que el interés del libro no se perdería si no existiera ese elemento dramático crítico. Y pensándolo bien, ese es el mejor elogió del libro. No es el tema, es el qué y el cómo. Cada año, algún autor lo intenta. Rebeca Watson lo ha conseguido.

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