Una chica es una cosa a medio hacer

Una chica es una cosa a medio hacer
Eimear McBride
Traducción del inglés de Rubén Martín Giráldez
Impedimenta, 2020

Una madre pelea por sacar adelante a sus dos hijos después del abandono y, finalmente, muerte prematura del padre. El niño padece un cáncer cerebral cuando es muy pequeño que condiciona sus capacidades intelectuales el resto de su vida. Ella es una chica inteligente, pero su desarrollo sexual la deja expuesta a un mundo en el que el sexo es algo oculto y en una ciénaga, ya se sabe, es difícil que entre la luz.

Escrita con una sintaxis desestructurada que reta al lector y hará las delicias de los que valoran en la literatura no solo la historia sino la individualidad de un estilo que consigue transmitir la congoja de una mente a medio hacer, la joven voz de la narradora, que no consigue expresar nunca lo que siente y cuyas brutales experiencias se enrollan a su cuerpo como una serpiente que no le deja respirar, a lo que no ayuda el exacerbado catolicismo de su madre.

Una novela que por su forma, te hace leer despacito desde el principio y que luego nos va llevando con la lengua fuera, presos de un ritmo y una intensidad emocional poco habitual. Un tour de force narrativo y estilístico que habla de cómo el amor, en todas sus formas, es imprescindible para la construcción de una personalidad. Una identidad que si no se construye sobre el amor, será por siempre ya, una cosa a medio hacer.

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