Todos los caballos del rey

Michèle Bernstein (París, 1932) hace un retrato de su vida, de su pareja, de sus amigos, de sus amantes, de su ciudad, a través de la forma de mirar que te da la juventud. Una visión que sabes que no volverás a tener, y que aunque mira más hacia uno mismo, está despierta y recibe todo lo que viene de fuera.