Revisar lo escrito en un diario nos pone frente a la persona que fuimos en el pasado y que seguro ha cambiado con el paso del tiempo. Y muchas veces, nos encantaría poder hablar con ella. O eso al menos es lo que nos ha pasado en Zona Reservada.

“Siempre oigo la gente se quejarse de que guardan los auriculares en sus bolsillos, por muy bien colocados que estén, siempre salen hechos un lío. Veo a la gente en el autobús haciendo todo lo posible por deshacer los enormes nudos que se han formado. Pero a mí nunca me pasa eso. Siempre salen bien ordenados y sin ningún nudo. Es curioso. Me gusta pensar que esa gente a la que veo esconde a un duendecillo en su bolsillo, y que él se ocupa de anudar los auriculares cuando se aburre. Aunque yo creo que soy el raro. Yo soy al que no se le enredan. ¿Y si soy yo el que tengo un duende en el bolsillo que se encarga de evitar que se me enreden? Suelo buscar dentro de él en su búsqueda para encontrarlo, pero nunca encuentro nada.”
Eso fue lo que escribí en mi diario hace 15 años, cuando era tan sólo un crío que se limitaba a darle una explicación al mundo con cosas mágicas. Gracias a esa imaginación que tuve, ahora suelo invertir mi tiempo libre en escribir novelas de fantasía que probablemente no saldrán a la luz.
Ojalá pudiera decirle a mi yo del pasado, que ahora, cada vez que guardo mis auriculares en el bolsillo tras escuchar música, acaban enredados.
Ana
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