Chris Offutt
Traducido del inglés por Ce Santiago
Malas Tierras, 2019

Chris Offutt es un fantástico autor de relatos. Es hijo a su vez de un mítico escritor de serie B que dejó casi 500 manuscritos tras de sí, la mayoría de ellos de literatura pornográfica, pero también histórica y de ciencia ficción.
Los padres seguramente asumimos que los hijos no nos van a entender, continuando la cadena de incomprensiones iniciada, posiblemente, con el primer hombre, si existió. Por eso, es absolutamente demente seguir el trabajo de archivista que Offutt realiza con casi una tonelada de papel que recoge de la casa de su padre cuando este muere, y su fuerza de voluntad para intentar documentar su obra y saber, a través de ella, quién era realmente su padre.
Alternando sus recuerdos y vivencias en una casa que estaba organizada para que su padre pudiera escribir todo el día sin ser molestado, Offutt rememora las pocas interrelaciones íntimas que tuvo con su padre, el clima de la casa, las otras relaciones con sus hermanos, su madre y amigos.
La peripecia resulta a veces afectivamente demoledora, otras veces sorprendentemente conmovedora y otras, trágicamente humana, como cuando el pobre acaba perdiendo la líbido y está a punto de perder a su mujer, afectado de una apatía sexual absoluta por la lectura compulsiva y atenta de toda la pornografía escrita por su padre.
Resulta un libro inquietante, al que Offutt se aplica con muchas de las técnicas que encontramos en sus cuentos, donde los paisajes y los objetos suponen referentes fundamentales en la vida de los personajes y consigue introducirte en lo más íntimo de gente a menudo abandonada o consciente, al menos, de la soledad intrínseca al ser humano.
Además, la época en la que está escrita nos aporta alicientes extras como la libertad sexual de la mano de la contracultura hippie. Pensar en un padre de familia que a los treinta y pico años, decide dejar sus fructíferas corredurías de seguro para dedicarse a su pasión, escribir, y hacerlo bajo la responsabilidad de sostener a su pequeña prole es realmente una aventura y Offutt la cuenta con maestría y la sensibilidad de quien es también escritor que descubre que se parece demasiado a su padre y que ya en su madurez, sigue busncando respuestas sobre quién es y qué ha conformado su identidad.
muy buen post…en estos momentos tengo a mi padre hospitalizado con influenza y pronóstico no claro, y es cuando uno se pregunta quién es este hombre en la camilla y que llamo papá…a su vez, está claro que es la pregunta que alguna vez también se hará mi hijo