Uno de los temas que más salen en las sesiones de redacción de los sábados es el enigma del futuro. Suele tener un tono un poco existencialista, aunque muchas veces nos lo tomamos más a la ligera y hablamos de las películas de ciencia ficción, los futuros que plantea y las revisiones que se hacen a clásicos constantemente.
Esta semana traemos un artículo de César sobre Blade Runner, los recuerdos de la primera vez que la vio y cómo las cosas cuando vuelven aparecen de distinta manera. Un poco como pasa con la vida, el futuro y las preguntas de la existencia.
Recuerda que si tienes entre 12 y 17 años, puedes participar en nuestra redacción los sábados de 17 a 18:30 o enviarnos tus artículos o relatos a labuenavida@cafedellibro.es.
La película se desarrolla en el año 2019, en un futuro en el que la Tierra ha sido consumida por la contaminación y las personas que se lo pueden permitir viajan a Marte en busca de una vida mejor. Aparte, la poderosa Tyrell Corporation desarrolla a los Nexus 6, unos androides, llamados replicantes, biológicamente idénticos a los seres humanos, pero con fuerza y agilidad aumentadas, los cuales se destinan a las colonias exteriores a la Tierra para trabajar como esclavos.
Sin embargo, los Nexus 6 comienzan a rebelarse, lo que causa su prohibición. Se crea entonces un cuerpo especial de la policía que se encargará de “retirarlos”: los Blade Runners. La película sigue la aventura de Rick Deckard, un antiguo Blade Runner que es llamado de nuevo al servicio para retirar a cuatro replicantes que han huido de una de las colonias, matando a varias personas durante su fuga.
Vi la película por primera vez con nueve años, y por aquella época no la entendí y me aburrí bastante. Fue cuando la volví a ver, años después, cuando me sumé al entusiasmo que mostraba la gente por esta cinta. Lo mejor de la película son las reflexiones que provoca, sobre todo después de verla. Es ahí cuando te das cuenta de que los replicantes son, esencialmente, un medio que utiliza el director para analizar las pasiones humanas más importantes.
A través de la película podemos ver varios ejemplos de esto: el amor entre Deckard y Rachel (existe la teoría de que Rachel lo fingió para sobrevivir, con lo cual no estoy de acuerdo), o el temor de los replicantes a la muerte. Esto último es el plato fuerte de la película: la forma en la que los replicantes cuestionan su propia existencia, tal y como hemos hecho los humanos a lo largo de la historia. Se preguntan por qué han sido creados y por qué no pueden vivir más. Cuando Tyrell, su creador, les revela que los creó con una expectativa de vida de cinco años, sin nada que hacer al respecto, Roy Batty, el jefe de los replicantes, le mata en un acto de desesperación y venganza. El final de la película revela la humanidad de los replicantes y el hecho de que tienen aprecio por la vida en general, no sólo por la propia.
En definitiva, es una genial mezcla entre cine negro y ciencia ficción, la cumbre de este último género, que producirá profundas reflexiones en el espectador.
César