La vida es buena si no te rindes

La vida es buena si no te rindes
Seth
Traducción del inglés Esther Cruz Santaella
Editorial Salamandra

Es difícil resistirse a ciertos títulos. Y éste es uno de ellos. En La vida es buena si no te rindes se cuenta la historia de una obsesión. Seth, el narrador y protagonista de esta novela gráfica, un día encuentra los dibujos de un historietista que hace llamarse Kalo, con los que queda fascinado, por ello emprende una búsqueda que, además de abrirle nuevas puertas e incógnitas, le da sentido a su vida.

Seth suele ir de visita la casa de su madre, donde vive con su hermano, un cuarentón de parece perdido en la neblina de la adolescencia. Es su madre, precisamente, la que le pone en bandeja el título de esta historia. Se lo repite como un mantra. O como una advertencia. O como un deseo al que todo humano debería aferrarse. Además de la familia, hay una relación de pareja que no cuaja, y un amigo que lo invita al cine y le deja dinero cuando el gato de Seth enferma.

La vida es buena si no te rindes es un cómic de medidas humanas, realista y urbanita, ambientado en Ontario y alrededores. A Seth no le falta su dósis de pesimismo melancólico y existencial. A la vez que lo compagina con un toque de ternura y humor. La reconstrucción de la vida de Kalo, este historietista que fue una estrella fugaz en el mundo del dibujo en los 40 y 50 del siglo pasado, nos acerca a temas universales como el paso del tiempo, el amor  o la familia. El libro apareció como una serie entre los años 1993 y 1996. Y ahora lo publica la editorial Salamandra .

@cercodavid es David García Martín.

 

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