¡Al cajón! Crónica de un mitin

FullSizeRender(45)¡Al cajón! Crónica de un mitin – Montero Glez – Stella Maris

Montero Glez (Madrid, 1965) es de esos escritores que prefieren la periferia al centro. Hace años que huyó de Madrid para tomarle pulso a la costa gaditana. Todo exilio es necesidad. Desde el Sur,  sin dejar de observar y escribir, el autor de Sed champán (Edhasa, 1999) ha ido construyendo una obra muy personal y ha mantenido una coherencia artística, con un pie en la literatura y otro en el  periodismo. Glez combina el arrojo, pendenciero y aflamencado, con el estilo que bebe de los clásicos españoles, sin dejar de estudiar a los fitzgeralds y a los hemingways. “Me leo hasta el prospecto de los medicamentos”, me dijo en la primera entrevista que hice en mi vida. Han pasado ya unos años. Ahora acaba de publicar la crónica de un mítin de Podemos en Cádiz. Sólo hay que ver la foto, a lo Hunter S. Thompson de la trasera,  para saber que Glez y su literatura también están de campaña.

Aquel que puso a andar a Charolito, y pasó por el flamenco palmeando metáforas en Pistola y cuchillo (El Aleph Editores,  2010), ha elegido la formación de Pablo Iglesias para hacer una defensa del dirigente y la formación que representa. También ha aprovechado para ajustar cuentas con la historia reciente de EspañaEl Coleta, Eneko, Caramelo de azúcar con matequilla, Naranjito o Caralinda son algunos de los personajes  que le imprimen a la crónica un halo de novela. Aunque nada más lejos de la realidad. Esta oda periodística se puede leer como una gran narración, donde ficción y realidad están en manos del lector, y donde el escritor, además de encontrar el adjetivo o la digresión, asesta frases que como cuchilladas o caricias espeluznantes bordan con hilo poético la experiencia de acompañar a los jóvenes políticos. Ya lo anuncia César Rendueles en el prólogo: este libro capta la poesía del momento.

A Iglesias y cía  los encumbra, si acaso le reprocha al “de la coleta” que no hago alusión a los asesinatos de Casas Viejas, la actual Benalup, en el mitin.  Pocos políticos salen tan bien parado, además de los de la formación de Podemos, como Eduardo Madina del PSOE. En cambio, cuando el autor de Pólvora negra (Planeta, 2010) saca  el santoral literario, brilla con intensidad especial Scott Fitzgerald, “el más vanguardista de todos”. El autor de Suave es la noche, explica Glez, nunca figurará “en los catálogos más selectos de los cielos del arte por ser popular”, quizá porque no hay que leerlos con un manual de instrucciones. Entre la crónica, el análisis y la mirada febril, el  escritor madrileño capta y transmite la ilusión, la esperanza y la emoción del fantasma que recorre España. Aunque embebido por el color morado, creo que ha vuelto el mejor Glez, el que corta el levante a navaja y se enternece junto al pueblo.

@cercodavid

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