Las transiciones – Vicente Valero – Periférica
Ya no es posible hablar de Vicente Valero (Ibiza, 1963) como ese poeta que hizo una incursión en la novela por un capricho literario o sentimental. Además de poeta, Valero ha transitado por el periodismo, la literatura de viajes o el ensayo. El escritor ibicenco se ha tomado muy en serio su paso por la narrativa. Son tres años consecutivos publicando novela. En su primera entrega, Los extraños (Periférica, 2014), el poeta sorprendía con una historia fragmentada que indagaba en su árbol genealógico. La historia española le servía de telón de fondo. Fue El arte de la fuga (Periférica, 2015), su segunda entrega, que salió la pluma del poeta y dibujó tres perfiles exquisitos en un momento muy concreto en la vida de San Juan de la Cruz, Friedrich Hölderlin y Fernando Pessoa. Quizá a aquello no se le pudiera llamar novela. A él le gustaba llamarlo textos, recuerdo. En La Buena Vida nos gustó tanto El arte de la fuga que lo recomendamos todo lo que pudimos. Era el libro que señalábamos cuando algún lector se dejaba aconsejar. También lo elegimos para el Club de Lectura de verano.
Llevaba un tiempo esperando la reedición de Experiencias y pobreza. Walter Benjamin en Ibiza, 1932-1933, un ensayo inencontrable sobre la estancia del filósofo alemán en Sant Antoni de Portmany. Pero qué sorpresa cuando hace unos días me tropecé en la mesa de novedades con Las transiciones (Periférica, 2016), su última novela. El título está relacionado con el periodo histórico que convirtió a España en una democracia. El uso del plural no es casual, el escritor hace una lectura muy personal y local de aquel momento. Lo político e histórico le sirven de excusa para narrar la historia de cuatro amigos, a raíz de la muerte de Ignacio, uno de ellos, a causa de las drogas. Valero hace uso de dos líneas temporales: una contemporánea y otra del período con que el que quiere ajustar cuentas. El narrador, en primera persona, busca en aquellos años la experiencia de unos chicos que viven su propia transición. La experiencia vital, llena de cambios y descubrimientos, se mezcla con la historia de Ibiza, sus calles y la de alguna de las personalidades destacadas de la época. Incluída las dos visitas que Franco hizo a la isla.
Por Las transiciones corre un hilillo de humor leve pero constante. O quizá habría que llamarlo ironía. Valero no se aleja de su universo. La muerte, lo isleño, la infancia o el paso del tiempo están presentes. Aunque deja de lado la naturaleza y la luz de sus poemas para enhebrar una historia urbana, sentimental y política. El autor de Días del bosque (Visor, 2008) muestra que los cambios no vienen solos, y que todo está interconectado en el tiempo. El pasado es un puente que coloniza el presente y se erige en futuro. La Ibiza de Valero se convierte en un microcosmos, y la relación de estos cuatro chicos cuya amistad se diluye en el tiempo, en una historia de carácter universal. Las transiciones se lee rápido y bien. Y recuerda que hay mujeres que marcan de por vida. Y que hay amigos por los que merece echar la vista atrás, hacer memoria y escribir sobre los periodos vitales que dejan huella.