Mike Tyson. Toda la verdad – Larry Sloman – Duomo Nefelibata
Llegó Open a La Buena Vida, el libro de memorias del tenista estadounidense, Andre Agassi, pero se me adelantaron en esa lucha que tenemos en la librería por elegir títulos para leer. Después fue El bar de las grandes esperanzas de J. H. Moehringer, pero no estaba por la labor, los bares son lugares más para vivirlos que para leer sobre ellos. Pero con la biografía de Mike Tyson ha sido diferente -las tres han sido publicadas por Duomo Nefelibata-, yo fui el que me adelanté.
El boxeo siempre ha tenido una veta muy literaria y romántica. Y si ha habido un deportista que ha tenido una vida salvaje, capaz de crear un personaje entrañable, controvertido, decadente, y por ello, literario, ese es Mike Tyson. Nació en Nueva York en 1966. Lorna May Tyson, su madre, cayó pronto en el alcoholismo. Tres hijos, un marido ausente, numerosos novios y un desahucio fueron suficientes para que la familia fuera a la deriva. El pequeño de los Tyson era un niño que tenía los ojos vidriosos y un futuro incierto. Con menos de diez años ya era un experto ladrón de casas, carne de cañón de centro de menores. No era más que el comienzo de una larga carrera. Años más tarde pisaría la cárcel por una condena por violación. Ahí ya era campeón de los pesos pesados.
En Toda la verdad, se narra la vida de manera pormenorizada de uno de los boxeadores más importantes y polémicos de todos los tiempos. Tuvo al suerte de cruzarse con Cus D’Amato, su mentor y el hombre que lo sacó de Brownsville, el barrio donde vivía, para convertirlo en el boxeador más joven en conquistar el título de los pesos pesados. También tuvo sus malas companías, como Don King o su primera ex mujer Robin Givens. Mike Tyson no quería ser un héroe, sino un villano, por eso las drogas, la mujeres, el dinero y las peleas fueron parte de su vida. Una vida fascinante de un tipo fuera de serie, donde el rito de aprendizaje es una montaña rusa.