Para acabar con Eddy Bellegueule

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Édouard Louis – Salamandra

No hace mucho que los informativos y las páginas de los periódicos nos sacudían con noticias sobre el acoso que algunos jóvenes sufren en la escuela. Eran historias que acabaron trágicamente, lo que les dio ese espacio entre los acontecimientos destacados de la jornada. Esta es la sacudida, porque la realidad por desgracia es que estas historias se repiten con más frecuencia de la que imaginamos, aunque no siempre tengan su espacio como noticia del día.

Es más que probable que la historia de Édouard Louis, antes Eddy Bellegueule, tampoco nos hubiese llegado a La Buena Vida, de no haberse atrevido a contarla, ya con otro nombre, su protagonista. Porque quizá una de las peores cosas de estos casos es que no siempre salen a la luz, que el que sufre la violencia lo oculta por vergüenza o miedo y los que la contemplan, a veces giran la cabeza hacia otro lado, quién sabe si por los mismos motivos.

No se trata de una historia cruenta y sin embargo la violencia que aparece en la obra de Louis nos resulta terrible, nos estremece oculta bajo tradiciones, tolerada por la sociedad, y reforzada por algo en lo que no siempre reparamos, el uso que hacemos del lenguaje, tan importante para nombrar la realidad y un arma brutal para atacar al diferente, condenar al que no es como se supone que debe ser y en definitiva normalizar conductas discriminatorias.

Las páginas de esta novela están cargadas de violencia hacia Eddy, una violencia extrañamente consentida por él en ocasiones, como su autor ha reconocido en alguna entrevista. Pero también de censura hacia la mujer que no cumple con su papel de esposa y madre en la sociedad, contra chicos y chicas que no juegan a lo que se considera propio de su sexo…

Es mejor hacer una parada de vez en cuando en la lectura. Parar y recordar que lo que leemos está basado en la realidad, reflexionar sobre lo que aún nos queda por avanzar como sociedad y no pensar que esto ya sólo sucede en pequeñas poblaciones de costumbres arraigadas como la que nos describe Louis. Y si hay dudas, volver a los informativos.

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