Siete casas vacías

Siete casas vacías
Samanta Schweblin – Páginas de Espuma

Una casa es el reflejo más claro de lo que somos. En cada una de sus esquinas se transparentan nuestras costumbres, los rincones se tapizan de manías y las estanterías se llenan pronto de nuestras obsesiones. Un hogar pronto se convierte en nuestro mapa mental, construye sus propios castillos en el aire y se ordena por los criterios más prosaicos, igual que entre las estanterías La Buena Vida crecen nuestras locuras.

El ganador del premio Ribera del Duero 2015 es un libro que funciona como el plano de una casa: seis relatos breves, como pequeñas habitaciones en torno a una estancia mucho más amplia, un cuento central más extenso donde se condensa lo extraño y la locura, evidente y soterrada, que sopla por toda la narrativa de Schweblin.

Estos siete relatos están protagonizados por personajes desubicados, seres que han abierto una puerta a un edificio extraño que se construye sobre sus vidas. El estilo de la escritora argentina deja que poco a poco la locura asfixie a los personajes, que la culpa y la pérdida vayan ganando terreno en la vida de los protagonistas. Los personajes de estos relatos son seres desubicados que han perdido las coordenadas de sus caminos y nos les queda más que una lista con la que afrontar sus dilemas.

Siete casas vacías
tiñe el costumbrismo más íntimo de extrañeza, se asoma a la muerte o a la paternidad desde una perspectiva oscura y desubicada, repasa lo complicado de las relaciones familiares y se esconde en los cuartos más pequeños para escapar de las cargas, dejar paso a las obsesiones y esconder los deseos bajo la moqueta.

Pilar Torres

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