Gottland
Mariusz Szczygiel- Acantilado
Contemplando la bella e inquietante portada de este libro, es inevitable no ver a ese niño-ángel sin equilibrio sobre la bicicleta, apoyándose en unos tablones con forma de cruz, como una gárgola de catedral o iglesia, una de tantas que perviven en la República Checa. Alguien que sabe mucho pero se guarece en su naturaleza de piedra. En aparentarlo al menos aunque realmente no lo sea. De ahí su cara de turbación, su forma de mirar a otro lado como pidiendo disculpas o tiempo para recapacitar un poco, o tomar aire, y decidir si seguir pedaleando o si empezar a contar lo que sabe, parte de la verdad, esa que siempre tiene perfiles múltiples y semiclandestinos, sin tener que bajar la voz ni la guardia, sin sentir vergüenza o miedo.
Ese niño-gárgola es la metáfora de un país que Mariusz Szcygiel nos hace redescubrir a través de una selección de testigos turbadora y crítica que da lugar a las diecisiete inmensas historias que componen este volumen. Una erosión exquisita. Alta literatura.