A veces cuesta explicar lo que cuenta un libro. Hay argumentos complicados, ensayos enrevesados e historias que cuentan más de lo que deja la tinta en las páginas. Hay miles de relatos posibles, pero si algo tienen en común es que todos caben en el universo, en algún hueco entre las galaxias y los agujeros negros.
En El universo en tu mano solo hay que tumbarse en una playa paradisíaca, abrocharse el cinturón y dejar que tus amigos llamen a tu tía abuela cuando empiecen a pensar que te has vuelto loco. Galfard se pone el traje de la teoría de la relatividad y conduce, capítulo tras capítulo, por las carreteras escarpadas de la realidad, de la materia, la antimateria y el fulgor de las estrellas.
Un ensayo absorbente que te arrastra a mirar el cielo en profundidad, huir de la ciudad para buscar el brillo de la Vía Láctea y que adopta al gato de Schrödinger como mascota para explicar los descubrimientos físicos más importantes de las últimas décadas sin la complejidad de las integrales, solo con el poder de los relatos y la fascinación por las maravillas que rigen todas las galaxias. Christophe Galfard, discípulo de Stephen Hawking, explora la jungla de los interrogantes de la ciencia y explica cómo se han construido las teorías de la física teórica como si fuera la historia de una conquista: la de entender cuáles son los mecanismos que lo construyen todo. Una lectura en la que dejarse fascinar por el brillo de los confines del universo y la música de la teoría de las cuerdas.
Pilar Torres