Haciendo planes – Karmelo C. Iribarren – Renacimiento
Cafeterías vacías, amores fallidos, mujeres que te abandonan, inviernos inmisericordes y melancólicos, mañanas en los que el sol apenas calienta, el frío, las vagas tardes. Esos son los espacios y situaciones en los que se desarrollan algunos de los más de cincuenta poemas de Haciendo planes de Karmelo C. Iribarren (Donostia, 1959), poeta con más de dos décadas de trayectoria.
Iribarren proyecta un inventario de derrotas, en las que asoma cierto humor, una risa leve que le quita hierro a este paseo de dudas e incertidumbres, también de certezas. Los poemas de Iribarren cuentan experiencias que se acercan al microrrelato íntimo, pero que se despegan de él en cuanto la voz encuentra el giro que lo aúpa a la categoría de poesía.
AL PASAR
La has visto en un bar,
con gente, feliz, riéndose…
Y te ha dado alegría su alegría
y un poco de tristeza
lo efímero que es todo.
El autor de La condición urbana (Renacimiento, 1995) se presta a la concisión a la hora de poetizar lo cotidiano. Iribarren es claro, dueño de una sobriedad difícil de encontrar en una sociedad tendente al simulacro y al aspaviento. El detalle, lo mínimo, se despliega en sus versos que, como píldoras, encapsulan escenas del día a día. Si muchos encuentran en la naturaleza su universo, el donostiarra se abraza a la ciudad, territorio de los sentimientos, la selva donde el hombre moderno pide un café y se sienta a la espera de ver cómo se desploma el cielo, mientras el poeta espera a las musas o, en su defecto, un penúltimo beso.