Un mundo infiel
Julián Herbert – Malpaso
Guzmán cumple años, y Ángela, su mujer, le ha preparado una fiesta. Ernie de La Cruz iba hacia la ciudad de Houston, pero no tarda “en tomarle gusto a su trabajo” en otro lugar y acaba con las piernas cortadas mientras trabaja en el ferrocarril. Por otro lado, Mariana tiene sed de vida, de tequila y de sexo duro. Y aunque algunas de sus amigas la toman por loca, a ella no le importa, tiene claro que no quiere vivir bajo los patrones sociales convencionales. Y así va sumando Herbert a esta novela personajes histriónicos, amables, sensibles, disparatados y crueles. El autor de Cocaína (manual de usuario) alumbra las zonas oscuras de Laredo, un pueblo de la frontera del norte de México, donde la violencia es ley.
Nadie está a salvo, excepto el lector. Nadie encuentra el sosiego y todos lo buscan. La felicidad es una quimera que no acaba de llegar. Por eso todos los personajes en esta novela buscan redimirse por el lado salvaje, tan salvaje que hasta Lou Reed parecería un jovencito sin agallas. Durante 24 horas, a los Joyce, pero con más calor, con más drogas, con más sangre y más violencia, Herbert arroja a estos personajes sobre las páginas sin más misión que la de quemar el tiempo y ponerlos a hurgar en su destino, como si fueran poetas del carpe diem bajo un sol sagrado.
Julián Herbert ha pasado por la poesía, por el ensayo, por la novela y por la canción rock. Con Canción de tumba (Penguin Randon House Mondadori) fue Premio Jaén de Novela (2011). También lo seleccionamos para uno de los Club de Lectura de La Buena Vida. Aunque acaba de llegar a las librerías de España, Un mundo infiel se publicó en México en 2004. La jerga, la poesía que derrama, la trama que se bifurca en diferentes planos para chocar contra el muro de realidad y la violencia desmedida, convierten esta novela en un libro que merece la pena leer, porque amplía la cartografía de lo humano.