Saludos cordiales

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Andrea Bajani – Siruela

Hay situaciones incómodas en la vida en la que es fácil vernos recurriendo a algunas frases hechas para salir del paso. También las usamos como saludos o despedidas más o menos formales según a quién vaya dirigida nuestra comunicación.

El libro de Andrea Bajani alude a uno de ellos, a esos “Saludos cordiales” que cierran determinado tipo de cartas, normalmente formales o entre personas que no se conocen. Aquí se trata de la manera de rematar las cartas de despido que el protagonista de esta historia debe escribir. Ese es su trabajo.

Tras el despido del director de ventas que venía siendo hasta la fecha el responsable de tan desagradable tarea, un empleado es elegido para el puesto, aludiendo a su capacidad de empatizar con las personas y sus buenas dotes para redactar. En una empresa como la suya, que presume de cuidar a sus empleados, de ser una empresa ‘moderna’, con actividades de todo tipo para sus trabajadores, flexibilidad en los puestos de trabajo… los recortes no pueden ensuciar esa imagen.

La buena redacción de tan fiel empleado consigue convertir las cartas de despido en crueles ejercicios de redacción que merece la pena leer. Hacen cierto eso de que todo es según del color del cristal con que se mire… y no parece que los empleados despedidos vayan a utilizar las mismas gafas.

No es el único cambio importante que vivirá el protagonista que, habiendo entablado cierta relación con exdirector, se acaba ocupando también de sus hijos cuando él enferma. Una experiencia que le cambia y que supone el contrapunto de su tarea diaria.

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