Todos se van

Todos se van
Wendy Guerra – Anagrama

Nieve Guerra es una niña que vive entre la brutalidad de su padre, el llanto y el amor de su madre y la comprensión taciturna de su padrastro, Fausto, un sueco que camina por casa desnudo, para escándalo del vecindario. La niña Guerra, pura e ingenua, rebelde e inteligente, asoma la brevedad de su cuerpo a la Cuba de Fidel y, desde esa balconada caribeña, se cuestiona el mundo que la circunda, como si éste fuera una manigua de problemas haciendo efecto enredadera. A través de sus diarios, la niña Guerra se desbroza para dejarle al lector una narración sincera y llena de verdades, que no son otra cosa que las incertidumbres de una mujer que crece, que se busca, que es reprimida y aleccionada, que lucha. La niña Guerra es una lectora empedernida, es por ello que es blanco fuego y lluvia tierna. Conforme crece conoce la pérdida, el desamor, toma conciencia del delirio en el que se ha convertido su país, Cuba.
Wendy Guerra divide el diario en dos partes: la infancia y la adolescencia. Según cuenta, fue García Márquez quien la animó a darle una vuelta a estos retazos de vida en blanco y negro y así publicarlos. Todo un acierto, y por ello en La Buena Vida lo celebramos doblemente, ya que Negra, su novela del 2006, ha sido seleccionada para nuestro Club de Lectura. Una oportunidad para conocer mejor los nuevos escritor@s que llegan desde latinoamérica.
David García

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