Hacia la sobriedad feliz
Pierre Rabhi – Errata Naturae
El activista francés de origen argelino, que es todo menos un teórico, puesto qeu ha llegado a ser candidato a la presidencia de nuestro vecino del norte, nos deja en este libro sentido común y ganas de pelear a partes iguales:
“La inmoderación parace ser la hija de la subjetividad humana, búsqueda de una especie de rebosamiento de la banalidad de lo cotidiano que abre un campo ilimitado a deseos que se renuevan constantemente, siempre insatisfechos y competitivos, siendo lo esencial suscitar envidia de los semejantes mediante la apariencia que se da. Producir envidia es un elemento importante en el proceso mimético que tiene como objetivo estimular el deseo. Pero a veces hay deseos inaccesibles, a falta de medios necesarios para satisfacerlos. Esto engendra frustraciones, pero también puede estimular en gran medida la voluntad de adquirirlos. Lo cual beneficia a la dinámica de la inmoderación. Comparación y mimetismo son, pues, los constructores del sufrimiento, mientras que un espíritu de moderación puede vencer sobre los antojos e instaurar en nosotros un bienestar profundo, que el objetivo de nuestra codicia no puede ofrecernos”
“Algunas de las más feroces dictaduras han aprovechado para instaurarse, revueltas completamente legítimas contra la opresión… Los oprimidos son opresores en potencia”