Mortalidad
Christopher Hitchens – Debate
Cuando a Hitchens le detectan un cáncer, acepta la invitación de Vanity Fair para escribir sobre su enfermedad. Este pequeño gran libro, recoge estos artículos y algunos otros textos no publicados .
Esta mala bestia de la razón, que no siempre llevaba razón, este divertido pendenciero y amante del debate encendido, nos deja una pequeña perla que, si debiera ser de obligada lectura para todos los creyentes que esperan que todo ateo claudique al ver las puertas del infierno, sería más que recomendable para todos los que se plantean como es eso de ser cuerpo cuando este llega a su final.
Pero el libro destila humor, ganas de vivir, mala leche, odio hacia lo edulcorado. Tanto sus reflexiones sobre la enfermedad, el dolor, los avances científicos administrados hasta que el paciente quiere decir basta… comparten páginas con una viva y atenta reflexión sobre su vida, la sociedad, los tabúes con los que afrontamos la muerte y su antesala, la enfermedad.
Recuerdo que mi padre dedicaba a veces las tardes de domingo a la visita de amigos enfermos, y siempre pensé qué opinarían ellos de estas visitas, qué ocultaban detrás de aquella sonrisa teóricamente agradecida. Enfin, si Hitch-22 es una lectura recomendable por ser un tratado de cómo un ser humano puede ser libre, comprometido, influyente, gracias simplemente a un gran sentido común y una tenacidad a prueba de torturas, este último pasaje requiere una lectura atenta y un paseo con el pequeño libro en el bolsillo por parques donde uno pueda pensar.