El día de mañana

El día de mañana
Ignacio Martínez de Pisón – Seix Barral

Extracto de la reseña de Daniel Gascón en http://danielgascon.blogia.com

El pulso narrativo, el sentido del humor, la claridad y limpieza de la escritura y la forma de tratar el paso del tiempo y los cambios del clima emocional a lo largo de los años son virtudes características de Pisón que también están en El día de mañana. La multiplicidad de puntos de vista–un tipo del pueblo que acogió a Justo, el policía que lo contrata, una chica que trabajaba en la misma empresa que él, un comunista, una chica con la que empezó un negocio- da aristas y amplitud a un relato complejo y sembrado de temas recurrentes, casi musicales. La abundante documentación no es intrusiva y confiere verosimilitud a la historia. La época y la ciudad no se retratan solo a través de los grandes acontecimientos, como en una mala novela histórica, sino también a través de lo doméstico, de las vidas de los personajes que, mientras cuentan su relación con Justo, también explican su biografía: un paisaje emocionante y humano de familias rotas que intentan salir adelante, de mujeres que tratan de reinventarse, de niños enfermos y romances incipientes, de tiendas de barrio y timadores, de teatro amateur, gauche divine y orfanatos, de bares de moda y empresas familiares, de recién llegados ambiciosos e hijos calaveras, de productos milagro, efervescencia esotérica y vertiginosas conversiones políticas. Tanto los personajes secundarios como el elusivo protagonista son personajes únicos, con ambiciones y rarezas, y construyen un fresco basado en la individualidad del ser humano.

En algunas cosas, Pisón me recuerda a Ian McEwan.

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