Una educación
Tara Westover
Lumen, 2018
Traducción del inglés de Antonia Martín
Esta es la historia de la autora, Tara Westover, desde que es una niña hasta ahora que escribe esta novela con apenas treinta años. Tara es la pequeña de siete hermanos y vive con sus padres en una casa en el Idaho rural. Son mormones. Gene, el patriarca, es quien toma todas las decisiones, parece que sólo se escucha su voz. Aunque la madre, o cualquiera de los hermanos, a veces piensen de otra manera nunca son capaces de enfrentarse a él.
Los tres hijos mayores fueron inscritos en el registro civil, e incluso iban a la escuela, pero los cuatro hijos siguientes no tuvieron la misma suerte. Después de llegar a la conclusión de que la educación pública es una trampa del Gobierno para convertir a todo el mundo en infieles, los Westover sacan a sus hijos del colegio y deciden “educarlos” en casa. La educación consiste en un intento frustrado de la madre para que sus hijos adquieran los conocimientos básicos. Pero le resulta imposible, ya que el padre necesita a los niños en el desguace. Son su cuadrilla de trabajo.
La presencia de Tara en el desguace cada vez es más reclamada, ya que aunque sea la más lenta, es la que más cuidado tiene con las máquinas. A estas alturas de la novela los accidentes han sido tantos, que Tara ve cada vez más claro su futuro en el desguace.
Uno de sus hermanos mayores, Tyler (que está estudiando en la universidad), vuelve a Idaho por Navidad y se encuentra con que el panorama en la casa no ha cambiado en absoluto. De hecho va a peor. La violencia es desmesurada, y al parece incontrolable. Todos son testigos de que otro de los hermanos, Shawn, se ha convertido en un abusador con las personas de su alrededor.
Esta es una de las razones por las que Tyler anima a Tara a hacer las pruebas de acceso a la universidad y salir de esa casa cuanto antes. Ella nunca ha pisado un aula, y su único acercamiento al estudio ha sido el del Antiguo Testamento. Eso sí, con mucha atención, paciencia y devoción. A partir de ahí el conocimiento hace que salga de esa burbuja en la que se ha criado y eso provoca la separación con su familia. Para intentar poder vivir y bloquear todo lo que le está pasando realmente, Tara se vuelca obsesivamente en sus estudios.
Pero la separación con su familia no es por la educación, es por la violencia. Desde este momento, la novela deja de ser un relato de los acontecimientos de su vida y se convierte en algo mucho más intenso. La autora te permite acompañarla en un viaje en el que intenta comprender su mundo y a su familia, y lo hace de una manera humilde y sincera.
Además es un gran elogio a la educación y a la libertad que te da el saber. Y para aquellos que ahora tienen que coger con ganas el inicio del curso, es una lectura estupenda.
Violeta
¡Geniaaal!