Todo está bien

Todo está bienTodo está bien – Daniel Ruiz García – Tusquets

Hace años que sigo el trabajo del escritor sevillano Daniel Ruiz García. Es de esos periodistas que escriben con un lirismo acelerado. En sus tramas, eficaces y sencillas, los personajes son el motor de la narración. Recuerdo que Moro (Eutelequia, 2011) lo saqué de las estanterías del viejo local de La Buena Vida. Las novelas de DRG se alimentan de seres desvalidos, de perdedores y chicos de barrio, de abusones y asesinos, de inmigrantes, de transexuales e incluso de vampiros.  Este profesional de la comunicación política, entre otras cosas, le tiene el pulso cogido a la escritura que le crece a las madrugadas. Según he oído alguna vez,  suele levantarse a escribir a las 6 de la mañana.

Junto a Montero Glez, DRG es una de las voces más vivas, más poéticas y más gamberras que nos llegan del Sur en forma de novela. Desde Chatarra (1999, Calambur) hasta Todo está bien (Tusquets, 2015), Daniel ha dejado por el camino un montón de historias que parecen haber sido escritas con las tripas. Se podría decir de él que  pellizca con gracia las pantorrillas del género y lo envuelve con la seda de la poesía, para darle al lector  una narración atravesada por la acción y la aventura. Me gusta la  sensibilidad con la que maneja la crudeza de la vida.

En esta última entrega, Todo está bien, el escritor sevillano se adentra en las entrañas de la corrupción política y pasea por la novela a lo peorcito de esta sociedad: consejeros de Fomento y Vivienda sin escrúpulos, secretarias dispuestas a todo, proxenetas politoxicómanos que controlan la vida de prostitutas que sueñan con un cambio de sexo y directores de periódico tendenciosos y sobornables. Al otro lado:  periodistas de raza con olfato para la noticia, blogueros que triunfan en las redes sociales haciendo planking una novedosa forma de arte- o inmigrantes que trapichean con lo que pueden para salir adelante.

El sevillano no abandona la crítica a la sociedad, a las tendencias tecnológicas e idiotizadoras, a los farsantes con sus sugestivos anglicismos o a la falta de rigor y manipulación que hay en las redacciones de periódico. Bajo un cielo democrático alumbrado por las melodías de Roy Orbison, Daniel Ruiz García ha escrito una novela que conjuga entretenimiento y lirismo, bajo la atenta mirada de alguien que muestra, con acierto y desparpajo, los tipos que conforman parte de la sociedad española del siglo XXI.

David García

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