Lerner -el Lerner personaje- es un escritor de éxito al que le ofrecen publicar un cuento en The New Yorker y un adelanto editorial suculento por su próximo trabajo. Mientras tanto, come pulpitos de portugal masajeados “quinientas veces” con sal gruesa, hasta que los octópodos se rinden a la muerte. Además, el Lerner de ficción colabora en una cadena de comercio justo en su barrio, donde envasa, en bolsas, mango deshidratado, mientras escucha las historias de su amiga Noor. El escritor, nominado al National Book Award, sufre el síndrome de Marfan: una enfermedad en la que puede morir -como los pulpos- de modo fulminante, si la vena aorta se le ensancha unos milímetros. Y quizá, para añadir tensión narrativa, su mejor amiga le pide que done semen para tener un hijo suyo.
Los críticos destacan el caracter de autoficción o de autobiografía novelada de 10:04. El lector se podrá hacer una idea de cómo es el día a día -ficcional- de un escritor de éxito de la generación Alt lit. Es Lerner narrando a Lerner en un Nueva York algo elitista y sofisticado. Si en Boyhood, Richard Linklater mostraba la vida de un chico desde que es niño hasta que va a la universidad, en 10:04 su autor narra, también, aunque en un período menor de tiempo, el pulso de la vida sin más tensiones que las que ésta genera. Después de las ovaciones que se ha llevado Lerner por esta segunda entrega, no podíamos dejar pasar esta oprtunidad en La Buena Vida, quizá con demasiadas expectativas. Aunque según la crítica, el libro funciona.