La ciudad invencible-Fernanda Trías-Demipage
“La literatura de Buenos Aires es Buenos Aires”, asegura la escritora uruguaya. Trías le busca el envés a las cosas, va de un lugar a otro, caldea el termómetro de la palabra hasta encontrarle la temperatuta adecuada. En su voz se cuela el acento de Mario Levrero, no sé si por ser compatriotas o por tener esa querencia por contar el día, los trayectos en autobús, las visitas de amigos, los sueños, la muerte, las enfermedades, los rincones que le nacen a la ciudad a las 3 AM. Donde el autor de La novela luminosa hace literatura con una hormiga o una paloma, Fernanda -nombre largo y esponjoso- relata su experiencia con una abeja, “un toro enardecido”, señala ella, para destacar la violencia de la reina de la polonización.
La mirada de Trías, después de haber visto sus ojos -en vimeo-, es de esas que rompen en trocitos lo que observa, reteniendo algunos colores -los que le interesan- y dejando otros pasar, con la intención de acumular un reguero de vivencias, retales de una vida que si no atrapase con palabras, se perderían. Amores y desamores, traductores, viajes a El tigre, policías a altas horas, vino y borracheras, drogas, y de fondo una ciudad como Buenos Aires, pero no cualquier Buenos Aires, sino el de Trías: íntimo, donde caben luces y silencios, Belgrano, La Boca, el aliento roto del fracaso en un tango malherido y, cómo no, las aguerridas palabras, como si éstas fueran, en cualquier momento, a ser las últimas.