Los silencios de David
Judith Vanistendael – Norma
La palabra cáncer, por mucho que nos rodee como la corrupción, sigue produciendo una reacción condicionada en nuestro cerebro. Si la asociamos a un libro, es sinónimo de malas ventas.
Por eso nos empeñamos en que, cuando trascienden el testimonio que no es de una enfermedad más de nuestra venerable naturaleza física, debemos destacar obras con singularidad sin importar el formato, el estilo el enfoque.
Por eso sumamos Los silencios de David a nuestra lista de magníficos libros en los que el cáncer es un protagonista más. Lo hacemos por muchos motivos, pero sobre todo por su riqueza de matices, puntos de vista y calidad narrativa y gráfica.
La reacción del enfermo ante la amenaza del diagnóstico y la aceptación de los cambios físicos que van asociados a él. Las diferentes reacciones del entorno, desde el silencio y la ocultación, hasta la lástima y el miedo. La exigencia afectiva desmedida que supone para un niño abandonar demasiado pronto la buena vida donde nada preocupa. Todo, todo está en esta novela gráfica, donde la ilustración cuidada, los escogidos poemas y los textos y los silencios entre los mismos, hacen que el ritmo de lectura solo pueda ser el que una obra de esta profundidad merece.