Otro calendario es posible

Esta vez hablamos de calendarios, esos útiles muchas veces inútiles que nos acompañan a lo largo de todo el año colgados en una pared, una nevera o sobre una mesa.

No los vendemos habitualmente en la librería. Pero el año pasado tuvimos uno que permitía que cada uno pintara, hicera un collage o pegara una foto en cada página de mes. Las cosas que más nos gustan son las que hacen las personas que nos gustan.  Por eso insistimos este año y ampliamos la oferta.

Tienes un calendario de pared que, como el del año pasado, puedes personalizar mes a mes con tus propias manos. Pero además, tienes uno de sobremesa que, después de personalizar, puedes utilizar como tarjeta postal para escribir a amigos (ya sabemos que es difícil de visualizar, así, en un post, pero pásate por la librería y te lo enseñamos).

Y por último, para las parejas con dos hijos que aún no se hayan divorciado, tenemos un calendario en el que toda la familia puede ir señalando sus cosas para hacer, sus citas y, pegado en un anevera, se convertirá en el ordenador central manual de toda la familia.

 

 

 

 

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