La familia Moskat
Isaac Bashevis Singer – RBA
Oportuna reedición de La familia Moskat casi simultánea al estreno de la última película de los hermanos Coen, Un tipo serio, adaptación no declarada (aunque admitida) del genial Isaac Bashevis Singer.
Como en Sombras sobre el Hudson, Enemigos una historia de amor, Los Herederos y tantas otras de sus novelas y relatos, Singer recrea una vez más su eterno conflicto: el de una nueva generación de judíos que ya no sigue las estrictas normas religiosas de sus padres, pero que no logran aprender nunca cómo debe ser el camino de esta nueva vida sin prohibiciones. Evidentemente Woody Allen también le ha leído en más de una oportunidad y todos, seamos “judíos o gentiles”, (usando los términos de Singer) vivimos este conflicto hoy en día.
Escrita por entregas, como buena parte de su obra, Singer describe a una decena de personajes que desfilan por un mundo desaparecido en nuestros días al que Claudio Magris dedicó su ensayo Lejos de dónde en el que le une por tradición a Joseph Roth. Un mundo que me apasiona y que tiene a Zweig, Singer (junto a su hermano y mentor Yehoshúa, autor de la increíble Los hermanos Ashkenazi) y Roth (Joseph) como maestros de los futuros Bellow, Roth (Phillip) y Roth (Henry).
Infidelidades, sexo, sesiones de espiritismo, conflictos religiosos y morales completan las aventuras de cuatro generaciones de polacos judíos que ven cómo se aproxima su final, pero que son conscientes de que no pueden hacer nada por evitarlo. En las últimas líneas se sintetiza todo el horror nazi por venir, aunque sin apenas describirlo, sólo como una lejana mención a la eterna espera del Mesías.
Del universo de Singer me quedo con una imagen que lo sintetiza: la de un grupo de rabinos jugando al pool y bebiendo whisky en la adaptación de Paul Mazursky de Enemigos, una historia de amor. Alejo