Beirut, I love you
Zena El Khalil – Siruela
Lo que me gusta de este libro es que está escrito desde las entrañas. Con eso no digo que sea bueno, sólo que está escrito después de vomitar, después de comer o de besar.
Mientras yo estaba aquí desayunando y leyendo las noticias por Internet una mañana del 2006, a Zena, la autora y protagonista de este relato, se le revolvían las entrañas por culpa de los gases tóxicos que flotaban sobre Beirut y por culpa del aterrador sonido de las bombas que “sus vecinos”- como le gusta decir a ella- tiraban sobre la ciudad.
Aterrada de miedo por no saber si volvería a ver a su marido, a sus padres y a sus amigos después de cada explosión, escribía un blog del que se nutrían los periódicos de todo el mundo para conocer la situación del Líbano.
Supongo que todo lo que no escribió en ese blog, todo lo que no era meramente informativo (han bombardeado el aeropuerto, han cortado las carreteras, no hay electricidad, no hay agua caliente), todo lo que faltaba en esa descripción periodística, está aquí.
El miedo. El amor como antídoto del miedo. La muerte de personas que le importaban más que ella misma. La belleza desgarbada de Beirut en su brutalidad y su locura; las noches en vela; el alcohol y el sexo para olvidar, para vivir un día más.
La tolerancia de Zena, que tiene mundo y sabe que no todos los americanos son diablos (ni todos los israelíes, ni todos los palestinos, ni todos los sirios) humaniza los estereotipos recordándote que todos éstos, en su mayoría, sólo quieren vivir en paz. Que todos estos besan, aman, comen y vomitan cuando tienen miedo. Y te preguntas una vez más cómo puede ser que unos pocos sean capaces de aterrorizar, de masacrar y de asesinar por un pedazo de tierra o por un pedazo de oro o por un pedazo de fuel o de poder. ¿Dónde han quedado sus entrañas? Paula