La insoportable levedad del ser

La insoportable levedad del ser
Milan Kundera – Tusquets

Un cliente de la librería me pide 8 ejemplares de este libro. Después de haber roto con su novia de toda la vida, sin dejar de quererla, reencuentra la ruta quizás nunca abandonada de disfrutar de todas las mujeres que se cruzan en su camino. Según él, para no llamar a engaños, siente la imperiosa necesidad de regalar a cada una de ellas este libro, para que su lectura resulte como un manual de instrucciones y le permita obviar algunas preguntas, desencuentros y respuestas muchas veces dichas.
Y por esta sencilla razón me lo he cogido para releer este sábado. Y por eso, hoy lunes, vuelvo a quedar maravillado, por la historia, sus personajes … y por su autor. Quedo dudoso, como en el caso de otros tantos clásicos de ficción, de si dejar un ejemplar del libro en la sección de ensayo.
Una maravilla. Nuestro cliente también. Sus aventuras, un misterio.

Un comentario en “La insoportable levedad del ser

  1. La rabia de la razón produce monstruos

    En el instante en que un lector identifica aquello que lee con aquello que piensa para sí, las pupilas se le dilatan, los latidos del corazón se le aceleran y una sonrisa se le dibuja en el rostro; probablemente menee la cabeza reiteradamente de arriba a abajo y entonces se felicitará por la elección de ese libro y no otro para disfrutar semejante momento.

    Puede que uno se acompañe habitualmente de bolígrafo, que aproveche el descubrimiento de un párrafo atractivo para subrayarlo o que lo traslade manuscrito a un papel. Hay ocasiones en las que una novela provoca este tipo de impulsos y uno disfruta cada vez que suceden, es maravilloso y es enriquecedor pero agota.

    El viaje a través de La insoportable levedad del ser suele ser de estas características para casi todos los que se lanzan a recorrerlo con entusiasmo, por lo que les han dicho o lo que han oído sobre él, pero cansa y se digiere mal, es por ello que se aconseja un consumo responsable del mismo.

    De lo contrario, el ser que todos somos se creerá que es insoportablemente leve, creerá que un dios invisible traduce en palabras impresas mensajes que hay que cumplir, condiciones de vida que hay que aceptar y deprimentes conclusiones acerca de las relaciones sentimentales que habrá que sufrir.

    Y es que quizás no sea esa toda la verdad, o siquiera la única de las verdades. Puede que esta historia de dos parejas barajadas y confundidas llegue a muchos corazones, pero es una ficción más, que queden advertidos: no es la única ni la más acertada.

    La insoportable levedad del ser sacude las entrañas de quien la lee, a través de ciertos pasajes que indiscretamente, hablan de nosotros, los humanos, las personas que habitamos en el mundo, nos descubrimos unos a otros y lo abandonamos, antes o después, para siempre.

    Nada sucede tan inexplicablemente como la existencia.

    Saberlo es insoportable.

    Amén.

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