Los golpes

Los golpes
Jean Meckert
Traducción del francés y notas de Javier Bassas Vila
Las afueras, 2017

Recuperan desde Las afueras un clásico de la literatura francesa con una gran importancia por la temática y las derivas de los personajes a tenor de la actualidad. Si bien comienza como un libro de flaneuristas, en el que un desarrapado malvive en la calle aspirando a mejorar la esquina en la que duerme y tratando de no molestar la vida que le pasa paralela pero al mismo tiempo, disfrutando de no necesitar nada, la historia avanza pasando por un elaborado y congruente devenir vital del protagonista.

Primero, sin quererlo, acaba encontrando trabajo estable y con él, las necesidades que el capitalismo de la clase trabajadora le depara: las obediencias y miserias del trabajo por un sueldo y, por otro lado, el traje nuevo, el vino en las comidas, las conversaciones con más carga aspiracional y el sentimiento de pertenencia a una sociedad para la que era invisible.

Finalmente, en lo que sería la versión francesa del sueño del trabajador americano, la impersonal vida de clase media, con un matrimonio en el que pronto deja de unir las aspiraciones que lo unieron y comienza a a producir los efectos de quien creyendo haber encontrado, se encuentra más que perdido.

Esta literatura de Meckert está llena de sutilezas. No juzga ni al clochard, ni al currito, ni al jefe del taller; tampoco a la mujer enamorada ni a la que acaba dejando que la brújula del interés le arroje en otros brazos; ni las aspiraciones de una vida mejor ni el aburrimiento y la desesperanza del que solo tiene y nada es. Como un notario, nos deja la reflexión y el juicio a nosotros, pero deja vislumbrar las fuerzas que someten al ser humano en el mundo actual a sus fuerzas sociales, económicas y espirituales y los efectos que causa, como si se tratara de una pequeña prensa hidráulica, al ejercer fuerza hacia abajo sobre el estrecho vaso de nuestra humanidad provocar un aumento proporcional en la ancha vasija de la deshumanización. Una magnífica Revolutionary Road veinte años antes y a la francesa.

 

 

Deja un comentario