Tan poca vida

Tan poca vida
Hanya Yanagihara – Lumen
Traducida del inglés por Aurora Echevarría Pérez

Estas grandes, por largas, novelas americanas que nos llegan sin parar, muy a menudo no alcanzan un mínimo de calidad que justifique su longitud y solemos echar de menos el trabajo de un editor valiente que elimine lo malo que tiene intentar escribir una obra maestra sin llegar a hacerlo, y se aplique en el empeño de buscar «solo» una buena novela. Así que nos leemos «Tan poca vida» con muy poca paciencia. Un relato paciente que nos va presentando un grupo de amigos en una historia que vuelve atrás en el tiempo para situarnos psicológicamente a los personajes y la relación entre ellos, y que gira en torno a un protagonista que ha conseguido sobrevivir a una infancia brutal y ha quedado tullido emocional, física y psicológicamente.

La vida de este personaje es el gran acierto de la novela, que lleva hasta extremos pavorosos y realmente difíciles de leer sin estremecimiento, las consecuencias insuperables de las heridas de la infancia y juventud, dejando a una persona herida buscando una y otra vez cómo soportar un dolor que ya nadie ni nada puede borrar. Pero la novela no cae en el sentimentalismo facilón, sino que traslada al lector la tensión de la vida de los personajes con una prosa cuidada, que sabiamente cambia de narrador en momentos puntuales.

Desde luego la vida torturada de este personaje eclipsa todos los otros temas que plantea la novela, pero hay sitio en estas más de mil páginas para dar un buen repaso al significado del sexo en nuestra vida afectiva, a los límites invisibles entre la amistad y el amor, la camaradería y la solidaridad. Realmente la novela te hace pensar en esos grupos de amigos, que se reúnen muy frecuentemente y que no por eso pueden perderse una reunión sin sentir que se han perdido algo importante, porque lo importante, siempre surge en el mero estar, en la cotidianidad, en esos momentos en los que parece que no pasa nada y, así,su prosa nos impide dejar la historia, sabedores de que es precisamente en los pequeños detalles donde vamos encontrando la información, las respuestas a cada tema importante de la historia.

Una magnífica novela, no apta para estresados ni para lectores impresionables, pero que resulta un reto que encuentra la gratificación al final, sin necesidad de una sorpresa inesperada. Acabando como la vida misma, casi siempre, de repente, en un momento en que parecía que lo teníamos todo bajo control.

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