
Mark Strand – Turner
En uno de los ensayos recogidos en este libro, Mark Strand se fascina con un manuscrito atravesado por una bala. Los versos de ese pequeño cuaderno, donde la sangre coaguló en las frías trincheras de la Segunda Guerra Mundial, son a la vez ilegibles por su idioma como por ese fantasma de bala que mató a su creador. Ese vacío hipnotiza a Strand, quien ve en esa nada la verdad de la poesía, su magia.
En Sobre nada Mark Strand hace un repaso a su despensa poética que, desde el orden de su “Abecedario de un poeta” inicial, se abre a distintos mundos con naturalidad, humor y mucho amor por los clásicos. A Strand le preocupa cómo una traducción puede llegar a reflejar la verdad del poema original, qué es lo que debe de mover al poeta a cazar las palabras certeras y cómo el mundo, el referencial y el que nos llega desde la tradición, se refleja en los versos.
Strand demuestra que un poeta -como el presidente de “La dimisión del presidente” consigue contar los números que no escuchamos, mira al cielo y observa cómo el viento es el que escribe los mejores versos. Porque el mejor presidente, el mejor hombre o el mejor poeta es quien predica “melancolía e inventiva, nostalgia y profecia”, se refugia en la languidez del arte y sueña con ser genuinamente moderno para poder abrazar los versos de Virgilio.