Estilo rico, estilo pobre

Estilo rico, estilo pobre

Luis Magrinyá – Debate

Enfrentarse a los problemas de la lengua y salir vivo del conflicto es siempre una batalla complicada para todo el que se dedique a juntar palabras. Nadamos entre verbos cuyo significado no sabemos explicar con precisión y construcciones dudosas que nos asaltan sin que podamos defendernos con las armas lingüísticas necesarias.

Magrinyá, uno de lexicógrafos encargados de la 22.ª edición del DRAE, reúne en este libro una serie de artículos que reflexionan sobre los usos y costumbres de la lengua y sus hablantes. Sus tres partes hacen un repaso lleno de humor y autocrítica a las tácticas que utilizamos para hacer un texto más estiloso, las simplificaciones a las que reducimos los innumerables matices de las palabras y algunos errores gramaticales frecuentes en los textos más sencillos. El colofón de Estilo rico, estilo pobre lo conforman dos artículos sobre el universo lingüístico del sexo (o la incapacidad para conseguir hablar de él con términos libres de tabúes) y el lenguaje jurídico.

El humor que adereza todo el libro consigue que el lector se adhiera a la causa contra el falso estilo, que paremos a reflexionar sobre las modas lingüísticas y los tópicos mas extendidos (¿se puede caer si no es pesadamente?). El principal logro de Magrinyá es despertar el sentido crítico, obligarnos a pensar de dónde provienen los supuestos prestigios en los textos de todo tipo de escritores y no fiarnos nunca del argumento de autoridad.

En La Buena Vida no nos gusta enfrentarnos al día a día entre tantos textos sin ninguna defensa ni argumento, así que leer Estilo rico, estilo pobre ha sido nuestra breve academia del estilo, donde esperamos haber curado muchas manías a base de tanto ejemplo divertido, de la agilidad de las explicaciones y, en definitiva, de despertar la conciencia de nuestras palabras.

Pilar Torres

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