Donde dejé mi alma, de Jérôme Ferrari (ed. Demipage), ganador del Premio Goncourt 2012, es una ronda de reconocimiento sobre la situación vivida por el capitán Degorce y el lugarteniente Andreani en plena guerra de Argelia. La descripción de lo injustificable.
El tono de admiración inicial se va deshaciendo hasta llegar a la bilis, a toda esa acumulación de ira y asco que Andreani siente hacia su superior.
Es una historia de seres en guerra. Perdidos en un conflicto que les arma para vencer al enemigo y, a la vez les desarma, por la manera en que tienen que hacerlo para sobrevivir: cultivando o permitiendo que crezca en ellos un lado cada vez más salvaje y que le va ganando terreno a la cordura. Brutal.
El alambre se acorta. La celebración se acerca.
Muchos aplauden porque hoy termina julio.
Ya hemos superado el meridiano de los 45 días.
No se hable más.
Ataos los cordones y disfrutad de este momento musical prefestivo.
Ya queda menos.
Mañana jueves 1 de agosto, a las 20.15 horas, en la sala 1 de la Filmoteca se imparte
La doctrina del shock, de Michael Winterbottom y Mat Whitecross (2009), el documental basado en el libro de Naomi Klein. Imprescindible para quitarnos el clavo de los ojos y actuar.
¿Presentaciones de pie, con sillas, a voz en micro, rebeldes siempre que haya causa? Cómo creéis que tienen que ser para no caer en lo de siempre. Debate o/a muerte. Hace mucho que dejamos el susto porque nos aburría.