Emiliano Monge y “El cielo árido”

El último Premio Jaén de Novela ha recaído en un novela singular, que nos presenta a un autor original, arriesgado y con personalidad. Este escritor mejicano de 34 años, afincado en Barcelona fue premiado por el jurado, compuesto por Andreu Jaume, Rodrigo Fresán, Mónica Carmona y Javier Argüello por “la admirable arquitectura de una novela honda y compleja que indaga en los entresijos del tiempo, la violencia en un escenario rural mexicano y la condena de la conciencia a través de las generaciones”.
El cielo árido cuenta sin orden cronológico, la vida de un hombre que, desde su infancia hasta su muerte, vive rodeado, atrapado, por la violencia.

El propio Monge ha dicho que  “la novela trata de demostrar la relatividad de la culpabilidad y de la inocencia, intenta demostrar que los códigos que normalmente utilizamos a veces pueden no ser tan rotundos”. En esa suerte de “biografía novelada”, Monge desgrana los instantes memorables de la vida de Germán: la huida de un par de muchachos a otra patria, los avatares de una guerra interminable, la desaparición de una niña, la rebelión de unos creyentes, el enfrentamiento de un hijo con su padre, el nacimiento de un bebé enfermo o la contemplación de un asesinato.

Hemos elegido a Emiliano Monge como el autor destacado de La Buena Vida por la riqueza literaria de su novela, por su estilo rico y exigente, por la forma en la que describe una biografía donde la violencia, la culpa y la falta de control sobre el propio destino, conviven en un marco rural sin ley, donde el hombre se rige por las mismas reglas que un perro abandonado a su suerte.

Obra:
Arrastrar esa sombra, 2008 (relatos)
Morirse de memoria, 2009 (novela)
El cielo árido, 2012 (novela)

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