De qué hablo cuando hablo de correr
Haruki Murakami – Tusquets
Tenía un amigo que era entrenador de baloncesto. Era su pasión, su vocación y no había nada más importante para él que el baloncesto y sus equipos. Cuando íbamos a comer con su hermano que se dedicaba al cine, le oía decir algo como: “detesto esa gente que me dice en una cena o comida que siempre estamos hablando de cine o de música o de literatura; no tengo ningún interés en hablar de ninguna otra cosa y no quiero sentarme a comer con nadie que no entienda esto”. Mi amigo me decía que esto le consolaba dado que a él le pasaba lo mismo con el baloncesto y el entrenamiento. Y lo gracioso es que los tres pasábamos tiempo hablando y, es más que probable que no habláramos en sí mismo de ninguna de las dos cosas, ni de baloncesto ni de cine. E igual les pasaba con un montón de gente a su alrededor que se dedicaban o se interesaban por las cosas más dispares. Hay algo más importante de qué hacemos y qué conduce nuestro pensamiento: la forma en que lo hacemos. Y es ésto lo que hace que tanto si uno es un corredor, una escritora, un hombre de negocios, una madre, un diseñador,… y lleva a cabo su actividad con intensidad, con una dedicación que trasciende lo que otros ven, va a encontrar en este libro una comunión de espíritu que le hará cerrarlo en la última página con una sonrisa y con un pensamiento: no estoy solo. Es extraña la literatura