Amin Maalouf nos habla en su último libro de ensayos, El desajuste del mundo, de que, siendo su mirada muy alejada del optimismo, considera que hay razones para la esperanza. Y una de las cuatro razones sobre las que sustenta la esperanza en nuestro futuro es la ciencia, como instrumento de cambio y como única manera de compensar los desaguisados en los que nos metemos. Pues bien, como la política, sentimos como cada día más la ciencia se aleja de la gente. Estamos en una sociedad en la que nadie querría ver metido a su hijo en política ni en ciencia. Gracioso, ¿no? Y sin embargo, sería, y está siendo letal esta distancia desinteresada por ambas parcelas. Por eso, desde La Buena Vida reivindicamos comenzar a interesar por la ciencia desde la infancia. Y por eso, una vez que ha pasado el otro desajuste del mundo llamado Navidad, os proponemos 4 libros para dejar abandonados al alcance de los niños:
Un viaje a través del espacio es una guía básica para curiosear sobre el universo: la Vía Láctea, la Tierra como planeta diminuto, el sistema solar, la luna, las estrellas … explicadas con palabras sencillas y párrafos cortos e ilustradas con pop-ups vistosos y atractivos.
El cuerpo humano en desplegables nos presenta esquemáticamente, detalles de la anatomía y fisiología humanas, que empujan a querer saber más. Los 5 sentidos (el de la intuición que me dice que este post va a ser el más largo de la web no se incluye), huesos, articulaciones, piel, corazón, pulmones e intestino. Todo en papel, saliéndose de la supeficie de la hoja para incitar a mirar debajo, ….
Mi primer Atlas Ilustrado es una buena edición pensada para niños. Es mucho mejor una esfera terrestre, pero por lo general, suelen ser muy malas cuando están pensadas en niños. Este atlas usa con inteligencia las generalidades más comunes para ayudar a localizar las áreas principales de nuestro pequeño planeta.
La aventura de la evolución es igualmente, un paseo entretenido por los hallazgos de Darwin y los principales conceptos de la teoría de la evolución.
Podríamos meter también en esta selección, muy subjetiva, El cuaderno perdido de Leonardo da Vinci o Mi primer libro de Prehistoria, que cuenta con los mejores textos que Juan Luis Arsuaga ha escrito para niños (pero el diseño, perdón, no está a la altura).
Pero todos ellos constituyen un gran intento por atraer la atención de los niños. No esperes que deje la Wii a un lado para leerlos. Si no lo has conseguido antes … Pero te puedo asegurar que esos momentos de “aburrimiento” y tiempo “sin utilidad” en los que a veces caen hasta los niños más activos, serán perfectos para que estos libros abandonados a su alrededor les llamen a curiosear. Primero mirar los pop-ups, luego leer algunos textos, luego, los párrafos más largos. Y, como mirarlos así, sin prisa ni presión, agudiza la mente, los conceptos más básicos entrarán por los ojos y, quién sabe, estimulen la curiosidad de saber más, sin que tenga que ser una obligación escolar. Estamos locos.