de Tommi Parrish, traducido del inglés por Santiago García para Astiberri, 2019

Un reencuentro accidental entre dos viejos conocidos en la caja de un supermercado nos conduce a una conversación primero torpe, luego defensiva, finalmente etílica y carente de sentido, sobre el paso del tiempo, la fragilidad de los vínculos personales, la incomprensión hacia las dudas sobre la propia identidad y la dificultad para expresarnos y vivir libremente.
Un dibujo que permite, como el cubismo, que perspectivas y objetos en diferentes ángulos y planos se encuentren formando una trama rica con lecturas diferentes y simultáneas, deja paso a la línea negra cuando hace entrada un cómic dentro del cómic, un artefacto incendiario que rompe, como la conversación de un camarero en el bar, la concentración de la trama principal, aportando al mismo tiempo información y perspectivas que se proyectan sobre esta.
Una historia de incomodidad, muy personal, en la que la soledad y la dificultad para ser uno mismo es vista desde el costumbrimos más superficial, hasta la sordidez de la soledad no deseada. Fantástico trabajo de este autor australiano.