El club de los mentirosos

El club de los mentirosos
Mary Karr
Traducción del inglés de Regina López Muñoz
Periférica & Errata Naturae, 2017

Afotunadamente, no hay micrófonos debajo de las mesas donde los grupos de hombres que ya no esperan nada se juntan a matar el tiempo. Sino, El club de los mentirosos sería una tertulia radiofónica imposible. Antes los niños compartían con los adultos las sobremesas y de ese modo iban entrando en la vida adulta primero con aburrimiento, luego con desgana, más tarde con curiosidad y luego con cierto respeto. Ahora, como los ancianos, los niños se mantienen aislados de los adultos, por eso luego cuando crecen son tan gilipollas como sus padres, por no haber compartido con ellos más horas de observación atropológica alrededor de una mesa.

La protagonista de nuestro libro, vive la invitación a esa mesa imposible como un privilegio que le será vedado solo cuando apunte a mujer, lo que la convertirá en testigo de excepción de esa forma imposible de hablar sobre las cosas serias de la vida entre amigos, en plan serio, pero sin tomarse demasiado en serio lo que uno dice no vaya a ser que el grupo se ría en tu cara.

Y ese oído es el que fundamenta el libro. El oído de una niña para captar las señales de hundimiento y frustración del mundo de los adultos que la rodean. Un círculo estrecho pero realmente singular: padres alcohólicos, madre neurótica, ciclos de ruina y riqueza incomprensibles, mutismo masculino al más puro estilo Don Daprer, violencia machista … en fin, un “Shameless” en el que la niña va poco a poco tomando decisiones sin quererlo. Puede echarle sin problemas la culpa de todo lo que le pase en su vida a su infancia y sus padres, o puede aprender a sobrevivir como ellos, intentando buscar el amor y resistiendo cuando se le resista.

Mary Karr vive desde que publicó el libro de conferencia en conferencia, y seguramente ha evitado que sus oyentes vayan al psicólogo porque seguro que les habrá dicho: no te quejes, aprieta el culo e intenta no hacer lo mismo que viste. Definitivamente muy en la honda Trump de la clase media blanca saliendo del sueño de fiesta de fin de curso, pero divertida y con lecciones valiosas. La primera: dejad que los escuchen las conversaciones de los adultos, aunque no lo creamos, tienen un oído selectivo y les agudiza la capacidad de empatía con lo que van a encontrar en el futuro.

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