Hombres fuera de serie
Brett Martin – Ariel
Ya he leído en más de un medio de comunicación que si dentro de unos años alguien está interesado en saber cómo son los tiempos que vivimos en la actualidad, cual es el espíritu que nos viste, no tendrá que leerse una novela, como podemos hacer nosotros para conocer, por ejemplo, la sociedad victoriana, sino que tendrán que ver las series que están produciendo las cadenas de televisión por cable -de pago-, en los últimos 15 años.
De eso trata este libro, de los escritores que han conseguido que en la televisión se emitan ficciones de calidad y de todos sus entresijos. Por eso estos años se conocen como la tercera edad de oro, porque estos escritores, que reivindican la autoría de su producto, han querido llevar los valores y las expectativas del cine a la televisión. Aunque para llegar hasta ahí, hayan tenido que hacer todo tipo de guiones. Brett Martin basa casi todo su trabajo en la gran obra de David Chase, Los Soprano, y The Wire, también de otro David, pero de apellido Simon. “Los Soprano, a pesar de todos sus barrocos saltos en la trama, era fundamentalmente introspectiva, un drama psicológico sobre un hombre que trata de llenar un vacío que realmente no comprende. En la tradición de la gran literatura posterior a Freud, trataba sobre el abismo existente entre el hombre interior y el mundo exterior. The Wire, en cambio, era casi premoderna en su visión expansiva exterior, su ambición digna de Balzac por catalogar hasta el último rincón de su mundo”, explica el autor, que más que hablar de una serie de televisón, parece hacerlo de una obra literaria.
El título original del libro es Hombres complejos, pero no refiriéndose a los personajes que protagonizan las series, sino a estos escritores -showrunners en el argot- que han volcado muchas de sus vivencias y obsesiones en su trabajo. Martin hace un repaso a los antecedentes de las series, con ‘Canción triste de Hill Street’ como principal asidero, también cómo ha ido transformándose la figura del guionista dentro de la industria, además de los cambios en los hábitos de consumo en el entretenimiento de la sociedad norteamericana, y el nacimiento de las cadenas de televisión, que han servido de soporte a estas ‘obras de arte’. Los Sopranos y The Wire no son las únicas series que trata en este libro, pero casi todas tiene algo en común, la de ser novelas para televisión con dos líneas muy claras: la literaria y la visceral. La conjugación perfecta de contar una buena historia, atravesada por el sexo, la violencia, con giros inesperados en la trama.