El olvido que seremos
Héctor Abad Faciolince – Seix Barral
(Escribí mi estúpida reseña sobre este libro en su día, pero al ver publicado este magnífico y encendido elogio de Vargas Llosa al mismo libro y a su escribidor, no pude por menos que mandar al olvido mi nota y animaros a que leáis la del peruano. Poner en bella y exacta prosa lo que uno mismo piensa es quizá una de las razones de que uno no deje de buscar en la literatura para entender el mundo y entenderse)
El libro es desgarrador pero no truculento, porque está escrito con una prosa que nunca se excede en la efusión del sentimiento, precisa, clara, inteligente, culta, que manipula con destreza sin fallas el ánimo del lector, ocultándole ciertos datos, distrayéndolo, a fin de excitar su curiosidad y expectativa, obligándolo de este modo a participar en la tarea creativa, mano a mano con el autor….
Contra lo que podría parecer por lo que llevo dicho El olvido que seremos no es un libro que desmoralice a pesar de la presencia devastadora que tienen en sus páginas el sufrimiento, la nostalgia y la muerte. Por el contrario, como ocurre siempre con las obras de arte logradas, es un libro cuya belleza formal, la calidad de la expresión, la lucidez de las reflexiones, la gracia y finura con que está retratada esa familia tan entrañable y cálida que uno quisiera fuera la suya propia, hacen de él un libro que levanta el ánimo, muestra que aún de las más viles y crueles experiencias, la sensibilidad y la imaginación de un creador generoso e inspirado pueden valerse para defender la vida y mostrar que hay en ella, pese a todo, además de dolor y frustración, también goce, amor, ideales, sentimientos elevados, ternura, piedad, fraternidad y carcajadas. (extractado del artículo de El País del 7/2/2010)