Ciclo XII – Libros con omelette. Franceses contemporáneos que no olvidarás.

En España siempre hemos mirado al país vecino con admiración, sobre todo cuando se trata de arte. Además de alguna gran Revolución, en Literatura, Francia ha dado a los lectores grandes alegrías. Por ello, más que con recelo, en La Buena Vida celebramos a cada autor y cada buena novela que llega de Francia. En este nuevo ciclo, proponemos la lectura de 5 escritores contemporáneos franceses que han marcado una nuevo camino en la literatura del nuevo siglo.

El adversario, de Emmanuel Carrère 
El 9 de enero de 1993 un hombre mató a su esposa, sus hijos y sus padres, e intentó sin éxito suicidarse. La investigación reveló que no era médico, tal como pretendía. Mentía desde los dieciocho años y se había construido una existencia ficticia. A punto de ser descubierto, prefirió suprimir a aquellos cuya mirada no hubiera podido soportar. Una escalofriante historia real que es un viaje al corazón del horror y ha sido comparada con A sangre fría de Truman Capote.

Barrio perdido, de Patrick Modiano
Un domingo de julio, Ambrose Guise, escritor de novelas policíacas, regresa a París tras veinte años de ausencia para encontrarse con su editor japonés. Pronto surgen el París de su memoria, los misterios de su pasado y su verdadera identidad: Jean Dekker. Barrio perdido nos adentra en una ciudad crepuscular, llena de lugares y personajes extraños: el apartamento de Carmen Blin frente a la Place de l’Alma, los archivos que dejó Daniel de Rocroy, las codificadas conversaciones con Ghita Wattier… Barrio perdido es el Dekker que desapareció después de un crimen sin resolver.

Cherokee, de Jean Echenoz
Un joven sin historia ni pasión precisa excepto el amor por el jazz se encuentra sumergido en una aventura cuyas causas y reglas se le escapan, una historia de detectives raídos y torpes, una secta religiosa preocupantemente flipada, estafadores tan retorcidos que son incapaces de distinguir entre la verdad y las ilusiones que se fabrican, un loro muy, pero que muy instruido, una hermosa extranjera que se esfuma apenas entrevista, peleas, tiroteos, persecuciones, puertas falsas y pasajes secretos, asesinos impávidos… Toda la panoplia de la novela negra pero tratada con gran inteligencia, libertad, desenvoltura y sentido del humor en un libro desconcertante en el que no obstante se adivina de inmediato que lo esencial es la literatura.

Sarinagara, de Philipe Forest
¿Qué significa sarinagara? Es la palabra que concluye uno de los poemas más célebres de Kobayashi Issa (1763-1827), el último de los grandes maestros del arte del haiku. Su significado alberga el enigma de toda una vida, la de Issa, pero también la de Natsume Soseki (1867-1916), inventor de la novela japonesa moderna, y la de Yosuke Yamahata (1917-1966), el primero en fotografiar a las víctimas y las ruinas sembradas por la bomba atómica de Nagasaki. Tras sufrir una experiencia desgarradora, Philippe Forest emprende un viaje al extremo opuesto del mundo bajo el influjo de estas tres historias cuyo secreto vínculo revela el mayor misterio ante el que pueda encontrarse un ser humano: ¿Cómo sobrevivir al más asolador acontecimiento? Lejos de las representaciones habituales de Japón, Sarinagara contiene un relato conmovedor cuyo paisaje evoca los colores y matices de una cultura escasamente conocida en Occidente, y descubre una poética austera y reflexiva que alcanza lo que no puede ser expresado. Todo es nada, dice Kobayashi Issa, todo avanza inexorablemente hacia el olvido, y sin embargo. . .

El mapa y el territorio, de Michel Houllebecq
Si Jed Martin, el protagonista de esta novela, tuviera que contarles la historia, quizá comenzase hablando de una avería del calentador, un 15 de diciembre. O de su padre, arquitecto conocido con quien pasó a solas muchas noches navideñas. Evocaría a Olga, una rusa a la que conoce al principio de su carrera en la exposición de su obra fotográfica, consistente en los mapas de carreteras Michelin. Después llegará el éxito mundial con la serie de «oficios», retratos de personalidades de todos los sectores. También referiría cómo ayudó al comisario Jasselin a dilucidar un caso criminal atroz. Al final de su vida, Jed ya sólo emitirá murmullos. El arte, el dinero, el amor, la muerte, el trabajo, son algunos de los temas de esta novela decididamente clásica y abiertamente moderna.

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