Día 18: Se acepta sótano como deporte de invierno

La adolescencia es una edad difícil. Una etapa sin sitio.

Michael Ende ya colocó a Bastian, el protagonista de La historia interminable, en un exilio voluntario. En su caso, se refugiaba en el desván del colegio leyendo, como un poseso, un libro mágico que le pedía salvar un reino, Fantasía, y todo lo que estaba dentro de él.

No sabemos si Amanniti pensó en Ende cuando escribió Tú y yo (ed. Anagrama), pero lo cierto es que Lorenzo, con sus 14 años y la necesidad de darse un respiro y huir de todos -esta vez en el sótano de su casa-, porque también se siente perseguido, recuerda mucho a Bastian. La mayor diferencia entre ambos: que Lorenzo prefiere jugar a la consola que leer. No vamos a entrar en eso.

Todo empieza cuando Lorenzo se inventa que se va a esquiar para que le dejen en paz. Lo que él no se imagina es que encontrará otra nieve, con otra densidad, en esos días de aislamiento que interrumpe su hermanastra Olivia, de 23 años, en busca de ayuda.

Ambos tardarán muy poco en sacarle el máximo partido a esa intimidad de estar a dos tabiques del mundo real. Tan cotidiano. Primero se descubren y luego se salvan. El uno al otro. Hasta el punto de aceptar lo que hay como parte de ese trato incoherente, duro y rematadamente bello que es vivir.

Una historia en la que Amanniti apuesta una vez más por la juventud, como baluarte de un mundo que envejece y que va perdiendo los principios más básicos como si fueran hojas secas de un árbol caído. Un rescate que Bernardo Bertolucci ha querido impulsar convirtiéndolo en película.

Corto. Cambio.

Corto. No cambies.

Corto.  No todavía.

Así nos pasamos algunas mañanas.

Poniendo a prueba la cinta de embalar.

Corto.

Ha habido rollo de sobra para hoy, nos decimos.

No cambio entonces.

Vale.

A estas horas ya no.

Cierro.

Me despido de Gonzalo hasta el día siguiente.

Con las manos y la voz de un radioaficionado.

Te copio. Me contesta Gonzalo.

Y ambos nos dejamos caer hacia Ópera.

Con cuerpos de taxi.

¿Alguno mejor para Condesa de Venadito?

Mañana viernes 26 de julio, a las 22.30 horas, un grupo de asalto extremadamente peculiar tomará la Sala de Verano de la Filmoteca para vengarse. Hablamos de Micmacs, una comedia de freakies, dirigida e ideada por Jean-Pierre Jeunet. La bomba.

¿Una librería como las de toda la vida o una librería con lo mejor de la vida (cultural)?

Si eres de hablar poco, vota. No tienes excusa.

2 comentarios en “Día 18: Se acepta sótano como deporte de invierno

  1. Una librería con lo mejor de la vida, claro. ¿Para qué ocupar espacio con cosas mediocres? Pero si fuera una librería con lo mejor de la vida habría que incluir el sexo. ¿Una librería con un espacio para practicar sexo? No sé. Lo dejo ahí.

    • En este barrio, donde la mejor tienda de música de Madrid cerró su espacio para cederlo a una de bufandas y banderines y, cualquier comercio singular, ha ido cediendo al peso de las cadenas y franquicias, hemos comprobado que los únicos que resisten son los locales donde las meretrices realizan su trabajo. Más de una vez hemos meditado sobre crear la primera librería-burdel, pero sinceramente, tememos perder a nuestra clientela femenina … o estar obligados a hacer pruebas de selección masculinas para compensar.

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