Persona

Persona
Ingmar Bergman – Nórdica

«Después de transcurrido un tiempo, ya no necesitaba el silencio y por eso lo abandonó. Claro que resulta difícil analizar los motivos más profundos. Sin embargo, yo me inclino a apostar por un infantilismo fuertemente desarrollado. Añadido, claro está, a todo lo demás: imaginación, sensibilidad, quizáincluso auténtica inteligencia. Personalmente, creo que se precisa una dosis enorme de infantilismo para concitar las fuerzas que exige ser artista en una época como la nuestra».

Este es el guión de Bergman para su película de mismo título. Escrito como «un largo y cariñoso mensaje» a los actores y técnicos que trabajarían en ella, carece de tecnicismos al uso en un guión y, sin embargo, como nos descubre Jonás Trueba en el prólogo, es una obra que representa por un lado, la increíble futilidad del arte y, por otro, la incansable e ilimitada curiosidad del genio de un artista.

Como hubo un productor que creyó que debía invertir en este a priori imposible proyecto, hay un editor que ha creído que este guión debía tener vida fuera de la pantalla también en castellano. No sabemos quién los crea, pero lo que está claro es que hay un tipo de talento que inevitablemente, se junta.

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